No obstante, el promedio anual (411,61 ¢US$/lb) es un 4 % superior al registro a igual fecha de 2023. El precio ha experimentado una caída de 11,9% respecto del precio histórico registrado el pasado 20 de mayo (492,5 ¢US$/lb), debido a la débil demanda proveniente de China y a la acumulación de inventarios, lo que pone en relieve la desaceleración del sector industrial del mayor consumidor de cobre y que se manifestó a través de los débiles datos industriales de China publicados el pasado lunes.
Dicho informe reveló que la producción industrial de mayo creció un 5,6% (figura 4), por debajo del 6% esperado por los analistas. Además, la inversión en construcción urbana creció un 4% (figura 5) en los primeros cinco meses de 2024, con una fuerte inversión manufacturera del 9,6%, pero la inversión del sector privado y el sector inmobiliario siguieron siendo débiles, reflejando una baja confianza empresarial. La política fiscal y monetaria de Pekín está bajo presión para implementar medidas de estímulo debido a la baja demanda interna y a la crisis del sector inmobiliario, limitando la capacidad de relajación de la política monetaria.
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