Hasta el jueves la dinámica del precio estuvo dominada por los datos macroeconómicos de Estados Unidos, en particular la inflación de marzo que fue superior a lo proyectado por el consenso de mercado y, que se tradujo en el fortalecimiento del sesgo apreciativo de la divisa estadounidense.
Esto generó una pausa en la tendencia alcista en el precio del metal rojo, debido a que puso en duda las expectativas de los agentes económicos de que la Reserva a Federal (FED) dé inició a la expansión monetaria en junio próximo. De hecho aumentó la probabilidad de dos recortes de tasas de interés en vez de tres, así como, la primera baja de los tipos de interés se produciría en septiembre en vez de junio.
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