Este valor representa un alza de 3,5% respecto del cierre del viernes previo, retornando a los niveles de precio a los que se transaba hace cuatro semanas.
La atención vuelve a centrarse en la posibilidad de que recorten las tasas en EE.UU., luego que los datos de solicitud de subsidios de desempleo, la actividad de los servicios y los pedidos de fábrica fueran más débiles de lo proyectado, lo que ha repercutido tanto en la depreciación del dólar medido a través del índice dólar (figura 3) como en la mayor probabilidad de concreción del recorte de tasas en la próxima reunión de la Fed, en septiembre. La conjunción de los favorables movimientos de estos indicadores, vitales en la construcción del precio de corto plazo del metal, fueron determinantes en la tendencia alcista a lo largo de la semana. Sin embargo, el protagonismo sobre la dirección del precio -que a lo largo del año han tenido estos índicesexpone al precio a correcciones a la baja en caso de que la tasa de política monetaria de EE.UU. se mantenga al alza pues fortalecería al dólar y debilitaría la percepción de los inversionistas –otro elemento que ha sido decisivo para el precio.
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